sábado, 17 de agosto de 2024

La vieja Singer

  

Por el transistor sonaba, lejano y entrecortado, el fandango "Toíto te lo consiento, menos faltarle a mi mare..." con la voz del mítico cantaor Pepe Pinto... Mientras, la abuela Chelo dirigía con apuro a su hija en la confección de una blusa, usando para ello, la vieja Singer familiar de los años cuarenta. El calor sofocante y el más que probable estreno inminente en la primera Comunión de su sobrino, apremiaba el deseo por terminar cuanto antes en aquel verano del '86.

—Coooorta más abajo, vayas a quedarte sin teeela... Cooorta... yaa, ¡ya!

—¡Cómo voy a cortar tan abajo! —exclamó Marga. Y cogiendo aire, continuó atrapada en la crispación del momento:

—¡Si hemos medido aquí! —Además, a mí no me gustan tan largas y menos con este calor, ¡no podemos estar corta que te corta toda la mañana!, ¡parece mentira, de verdad!, ¡No sé cómo no lo ves!, ¡No lo sé!

—Mira que es buena máquina la Singer, ¡nos salió buenísima! —concluyó Chelo, dando por zanjada la discusión.

A la par, el canario elevó su cantar alegre y frenético desde la jaula del balcón, intentando atemperar las malas energías. Su nieto Joselu, desde el sofá, se quedó absorto en los gestos y miradas de su abuela, totalmente exenta de la menor ira o resentimiento, con la sabiduría y regocijo de quien valora compartir los últimos años de su vida con los suyos.

Edpukazn, a 17 de agosto de 2024

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