viernes, 20 de junio de 2025

¿Quién soy yo?

 


Me siento del Perú, cubano... Y un perro andaluz, castellano...

Soy de allá donde he estado,

y donde he conocido.

Por Bilbao pasé unos años

en Santander, no tantos.

En Ibiza, encontré el éxtasis,

la paz, en monte Abantos. 

 

Madrid fue mi cuna

como el Mediterráneo, ninguna.

Es donde mi ascendencia mora, 

donde pienso volver,

cuando llegue mi hora.

 

Por el norte me perdí,

en la India me encontré,

en la soledad busqué,

 lo que en los demás, hallé...

¡Y qué de decir de Maharshi!, 

Y su auto-indagación...

¿Quién soy yo?

 

Edpukzan, a 20 de junio de 2025. 

 

domingo, 18 de mayo de 2025

Prólogo al Persiles

Si casi cualquier texto de español clásico, sonaba a poesía para Mario, leerlo de la pluma de Miguel de Cervantes, le hacía entrar en un silencio de sentida devoción. Y si había un texto que le hacía estremecer, era el prólogo de Los trabajos de Persiles y Sigismunda, obra que terminara tres días antes de su muerte, en calle del León esquina con de Francos, y que significó para él, un auténtico epifatio a una de las biografías más interesantes y sobrecogedoras que había leído:



 

 Sucedió, pues, lector amantísimo, que, viniendo otros dos amigos y yo del famoso lugar de Esquivias, por mil causas famoso, una por sus ilustres linajes y otra por sus ilustrísimos vinos, sentí que a mis espaldas venía picando con gran priesa uno que, traía deseo de alcanzarnos, y aun lo mostró dándonos voces que no picásemos tanto. Esperámosle, y llegó sobre una borrica un estudiante pardal, porque todo venía vestido de pardo, antiparas, zapato redondo, y espada con contera, valona bruñida y con trenzas iguales; verdad es, no traía más de dos, porque se le venía a un lado la valona por momentos, y él traía sumo trabajo y cuenta de enderezarla.

Llegando a nosotros dijo:

-  ¿Vuesas mercedes van a alcanzar algún oficio o prebenda de la corte, pues allá está su Ilustrísima de Toledo y su Majestad, ni más ni menos, según la priesa con que caminan?; que en verdad que a mi burra se le ha cantado el víctor de caminante más de una vez.

A lo cual, respondió uno de mis compañeros:

- El rocín del señor Miguel de Cervantes tiene la culpa desto, porque es algo qué pasilargo.

Apenas hubo oído el estudiante el nombre de Cervantes, cuando, apeándose de su cabalgadura, cayéndosele aquí el cojín y allí el portamenteo, que con toda esa autoridad caminaba, arremetió a mí, y, acudiendo asirme de la mano izquierda, dijo:

 - ¡Sí, sí; éste es el manco sano, el famoso todo, el escritor alegre, y, finalmente el regocijo de las musas!

Yo, que en tan poco espacio vi el grande encomio de mis alabanzas, parecióme ser descortesía no corresponder a ellas. Y así, abrazándole por el cuello, donde le eché a perder de todo punto la valona, le dije:

- Ese es un error donde han caído muchos aficionados ingnorantes. Yo, señor, soy Cervantes, pero no el regocijo de las musas, ni ninguno de las demás baratijas que ha dicho vuesa merced; vuelva a cobrar su burra y suba, y caminemos en buena conversación lo poco que nos falta del camino.

Hízolo así el comedido estudiante, tuvimos algún tanto más las riendas, y con paso asentado seguimos nuestro camino, en el cual se trató de mi enfermedad, y el buen estudiante me desahució al momento, diciendo:

- Esta enfermedad es de hidropesía, que no la sanará toda el agua del mar Océano que dulcemente se bebiese. Vuestra merced, señor Cervantes, ponga tasa al beber, no olvidándose de comer, que con esto sanará sin otra medicina alguna.

- Eso me han dicho muchos -respondí yo-, pero así puedo dejar de beber a todo mi beneplácito, como si para sólo eso hubiera nacido. Mi vida se va acabando, y, al paso de las efeméridas de mis pulsos, que, a más tardar, acabarán su carrera este domingo, acabaré yo la de mi vida. En fuerte punto ha llegado vuesa merced a conocerme, pues no me queda espacio para mostrarme agradecido a la voluntad que vuesa merced me ha mostrado.  

En esto, llegamos a la puente de Toledo, y yo entré por ella, y él se apartó a entrar por la de Segovia. 

Lo que se dirá de mi suceso, tendrá la fama cuidado, mis amigos gana de decilla, y yo mayor gana de escuchalla.

Tornéle a abrazar, y volvióseme ofrecer, picó a su burra, y dejóme tan mal dispuesto como él iba caballero en su burra, a quien había dado gran ocasión a mi pluma para escribir donaires; pero no son todos los tiempos uno: tiempo vendrá, quizá, donde, este roto hilo, diga lo que aquí me falta y lo que sé convenía.

¡Adiós, gracias; adiós donaires; adiós, regocijados amigos; que yo me voy muriendo, y deseando veros presto contentos en la otra vida!

Edpukazn, a 18 de mayo de 2025.

 

domingo, 20 de abril de 2025

Amargura

 No pudo evitar emocionarse con la pérdida de Mario Vargas Llosa. Cuando le veía en sus apariciones públicas, gozaba de percibir el rico lenguaje con el que se expresaba, el tono, su serenidad y la elección perfecta de sus palabras. "Un gran ser humano", pensaba. Años atrás, le recordó por las calles de Arequipa, mientras masticaba amarga coca para calmar sus males de altura, y en aquel día, cogió el metro hacia Retiro y se plantó donde otrora se localizaba la tasca El Jute, hoy un restaurante chic más de la zona centro de Madrid. Pidió un pisco sour a sabiendas de la negativa y lo cambió por un whisky doble y sin hielo, que le supo a hostias. "Por la ciudad y los perros", maestro.

 


 Edpukazn, a 20 de abril de 2025.

jueves, 3 de abril de 2025

Acelera un poco más

Fermín de Pas sacó del garaje, como de una flor de loto, su vespa 200DN de 1981, de color butano, con el motor recién ajustado, le parecía espectacular el sonido, ¡viva Italia y viva Pontedera!. Cada vez que engranaba una marcha, su gozo era parecido al ver una canasta de su equipo favorito, el Estudiantes. Enfiló las curvas hacia el Alto del León por la N-VI y en la penúltima se encontró con un coche de frente, de color rojo y cara de pocos amigos. No pudo concretar marca ni modelo, tan sólo el color y el sonido del impacto frente a su vespa, que le sonó a plástico barato. Un hueco y seco final.



 

No tuvo tal suerte... ¡Qué va, si la vida no está mal!, despertó en el interior de una ambulancia, con luces que le cegaban y fue como encender de nuevo el televisor:

—¿Quiénes son estas personas? y ¿qué hago yo aquí? —pensó.

—¿Qué día es hoy? 

—Veintitrés de agosto, ayer cumplió mi sobrina años.

—Muy bien ¿y hacia dónde ibas?

—No sé, ¿al trabajo en el restaurante?... (¡joder!, he tenido un accidente con la moto, no recuerdo nada)

Las caras de diligencia de los sanitarios, le daba poca tranquilidad a Fermín y tragó saliva:

—Sube las piernas

—¡No puedo! (¡Dios!, y si me quedo en silla de ruedas)

—¿Es grave doctora?

—Ya veremos, tuviste un accidente contra un coche...

—¿Y el vehículo contrario?

—Volcó 

—¿Y sabe si están bien?

—No lo sabemos

Ya en el box del hospital, tomó consciencia de que la cosa no era tan grave, ni para él ni para el contrario y pudo dormir. Así volvió al mundo de la televisión, de otra guisa, quizás más despreocupado de la vida ordinaria... Y seguramente, más preparado para el apagón final.

Edpukazn, a 3 de abril de 2025.

martes, 25 de marzo de 2025

Ecos de la Nada

 Quedaron frente a la parada de Islas Filipinas y a los pocos minutos, ya estaban vaciando las bolsas para el botellón: ron cola, cerveza, vino y media botella de pacharán para endulzar... Junto a las caladas de los porros, un buen cocktail para lo que les esperaba en la Galileo con Mudhoney. Era el primer concierto serio para la voluptuosa Jane, la emoción por ver a su grupo preferido era tal que el efecto del THC quedó en agua de borrajas. La sala, atestada, el grupo, impecable, el volumen, más propio del infierno Avici que de la vida terrena... Con el mítico Into the Drink, Jane voló por los aires desde el escenario, siendo recogida con buen gusto por las manos lascivas de los asistentes. Pese a ello, sintió tocar el cielo. Los pitidos de oídos postshow le duraron tanto que terminó pidiendo cita al otorrino y con gotas de Duisger del de 20ml... Y pasaron los años, se volvió a encontrar con los acompañantes de aquel momento y lo recordaron. Cada uno lo contó de una manera tan dispar, que igual no fue para tanto, pensó Jane.



 Edpukazn, a 25 de marzo de 2025.